¿Qué Pasa los Domingos?

La puerta principal está en la Avenida Euclid. La iglesia es de un estilo antiguo pero hermoso. Verá una gran cruz celta en la pared del fondo. Tome un boletín o programa, lo necesitará durante el servicio y siéntese donde desee. Puede sentarse en la parte de atrás si lo desea, pero no tenga pena de sentarse al frente si esta tarde. Se dará cuenta que otras personas también llegan tarde. A medida que la gente se reúne, usted verá que esto no es una congregación grande. En estos tiempos de pandemia la congregacion se ha reducido mucho. Habrá entre 5 y 10 personas reunidas. Estamos transmitiendo tambien el linea via Facebook Live y zoom. También se dará cuenta que las personas que vienen son de diferentes edades, géneros, culturas, y sitios de origen. Aunque el servicio tiene un orden especifico, el ambiente es íntimo e informal. Si le es incómodo pararse cuando los demás están de pie, siéntase en libertad de permanecer sentado. Nadie va a decir nada. Si necesita salir antes de terminar el servicio puede hacerlo, pero si le es posible le sugerimos quedarse por unos momentos para saludarle y conocerle.

Los baños están abajo. Usted tiene que caminar a través de la sala de la escuela debajo del Santuario y a la derecha de la chimenea. Allí se encuentran los baños de hombres y mujeres.

Durante el servicio usted tendrá que seguir el orden del boletín. Alguien le indicara como hacerlo. Es posible que al principio pierda algunas respuestas, pero los himnos serán anunciados y usted podrá simplemente seguir lo que las demás personas están haciendo. Si viene con alguna frecuencia se acostumbra a usar el boletín.

No espere una gran orquesta o banda musical. Dos domingos al mes tenemos la bendicion del acompañamiento de piano y flauta. El pastor acompana los canticos e himnos con su guitarra todos los domingos. Cantamos una mezcla de himnos tradicionales y canticos más contemporáneos. Algunos himnos y canticos pueden ser desconocido para usted, pero así es como aprendemos nuevas melodías. Las por lo general son son simples. A veces alguien ofrecerá a Dios un cantico especial, pero de lo contrario la música es congregacional. No tenemos un coro. Creemos que los cánticos y la música es nuestra ofrenda de adoración Dios. Algunas canciones son de alabanza y otras son de carácter meditativo. Preste atención a las palabras. Si le mueven a llorar, deje que las lágrimas fluyan. Los himnos y las canciones están destinados para conectarnos con nuestro Dios en adoración, arrepentimiento y acción de gracias.

Prepárese para un sermón expositivo (de enseñanza) que explique y aplique el texto del Evangelio. Algunas personas dirían que el pastor no “predica”, sino que enseña. En cualquier caso, los mensajes no son moralistas, sino que están destinados a darnos a conocer al Cristo vivo la luz del mundo para que llegue a su corazón y que él te alcance con su gracia espiritualmente. Si no entiende algunas cosas, está en buena compañía. Permita que su mente sea desafiada. Sea paciente, pero, sobre todo, deje que su corazón esté abierto a Cristo. Deje que Dios hable con su ser más íntimo, no sólo su mente. Eso es suficiente.

El dinero se recogen después de la predicación. Si usted nos visita por primera vez, no se sienta en la obligación de ofrendar cuando se pasa el plato de recolección. La colección de dinero es una ofrenda, es decir, es un acto de adoración en el que ofrecemos a Dios a nosotros mismos primero y nuestras posesiones en segundo lugar. Nuestro dinero representa nuestro trabajo y el tiempo que nos costó ganarlo. Le devolvemos a Dios una parte en acción de gracias. Nos corresponde planear con anticipación y ofrecer a Dios una proporción específica de nuestros ingresos, algo que lo hemos pensado y orado, y no algo que terminamos haciendo en la incitación del momento.

Tenemos la Cena del Señor todos los primeros domingos de mes. Si usted es una persona cristiana bautizada, no importa cuál sea su denominación (si tiene una) — Bautista, Episcopal, Metodista, Pentecostal, Católico Romano, lo que sea — si usted cree en Cristo y su fe es sincera, puede participar de la Cena del Señor con nosotros. Normalmente manifestamos nuestra fe y compromiso acerca de Cristo al bautizarnos, pero este paso no debe tomarse a la ligera. Si por primera vez, después de escuchar el Evangelio, usted cree en Cristo y desea que él sea su Salvador, por favor pase al frente para orar por usted o hable con el pastor después del servicio. En cualquier caso, el pan y el vino (en realidad es jugo de uva) se distribuyen en su asiento, a menos que el Pastor llama a todos a reunirse alrededor de la mesa. Sostenga su pedazo de pan y su pequeña copa, y coma y beban cuando el pastor dé la señal (cuando el coma su pan y beba de la copa). Si lo olvidó, no se preocupe.

Si se abre un espacio para peticiones de oración en el que todas las personas pueden ofrecer oraciones, usted también puede participar. Durante este tiempo oramos como una sola persona: por lo tanto, nuestras oraciones deben dirigirse hacia Dios y no a los demás; no necesitan una introducción o conclusión especial. No se debe usar la oración como una oportunidad para predicar a los demás o criticar la predicación (hay otro momento para eso) o para quejarse sobre su vida o el mundo. Además, mantenga su oración relativamente corta. No es una repetición de su oración personal en casa, sino un tiempo para compartir peticiones especiales de oración con los demás. Asuntos que estén presionando o pesando sobre usted y los asuntos relacionados con su familia o seres queridos son asuntos de interés común, pero no toda la “lista del mercado.”